Es sorprendente lo sencillo que puede ser ingresar al paraíso. Creo que es porque cuando Dios emprendió la huida de un mundo que se le había escapado de las manos, olvidó con la carrera llevarse algunos de sus jardines (y algunos de sus ángeles también pero ésa es otra historia).
He encontrado uno de esos jardines perdidos en San Miguel de Allende y sus puertas están abiertas para todos los pecadores – incluso para mí – de ocho de la mañana a siete de la tarde.
Como la gran mayoría de las cosas que Dios ha dejado, este edén ha sido envuelto por nuestras manos y está contenido en un jardín mucho más amplio, de piedra, ladrillos y cemento. Ahora lo llaman “parque” porque “edén” suena muy ostentoso y podría espantar a las almas terrenales que lo recorren. Para mayor comodidad de estas almas, se le han abierto caminos sobre la piel. Sobre estos senderos de piedra morada, camino.
La vida vegetal vibra, se esparce y se eleva sin deprimirse por la opresión de las cercas o por la invasión de unas canchas de basket. Sobre la hierba los únicos que juegan son los niños, esos ángeles que aún no pierden por entero sus alas.
Hoy este rinconcito de cielo se eleva un poco más recordando su divinidad. Hoy, sobre vehículos muy terrestres, sobre carretillas y lomos de burro y de hombre, han ido llegando de diferentes latitudes otras partículas celestiales también dejadas atrás (o abajo más correctamente) en aquella antigua mudanza. Son criaturas de pura materia incendiada. Son una especie muy antigua y muy rara de peces que ahora viven anclados a un agua espesa y marrón, peces bullentes que el humano ha domesticado y que se asoman de sus peceras de plástico negro. Hemos olvidado su origen y les hemos nombrado “flores”.
Las “flores” chapotean en su aire y tocando fibras escondidas en el espacio transparente quiebran partículas de luz, abren cápsulas de color y convierten su mínimo espacio en un caleidoscopio, en un rehilete de vida, en una llamarada o una explosión cuyo epicentro parece un túnel, una mirilla por dónde tal vez se verá el gran paraíso.
Si Eva y Adán fueron inteligentes, seguramente pasaron la mayor parte de su tiempo inventándole nombres a las flores. Me pregunto cuántos de sus nombres originales se conservarán. Ahí están los alcatraces con su orgullo blanco de novias, o allá las azucenas con su cuchicheo de jovencillas perfumadas y de vestido corto. Aquí la gardenia con la albura de sus tornados rombos y aquí la orquídeas, exóticas mariposas. Allá, elegante y cómoda en su reinado la rosa y acá, atrevido e incitante el lirio; mullido y juguetón el crisantemo, discretas la nube y la margarita, siempre jóvenes las gerberas, llamativos como ojos abiertos los iris y hermosas y sencillas – a pesar de su nombre – las alstromerias; y el desfile con su pirotecnia de pinturas continúa. Quizás lo más increíble de todo es que se les ponga un precio, que por algunos cuantos pesos puedes hacerte acreedor de algo que seguramente el señorón de arriba extraña tener en su casa.
Así, estos seres bordean la vereda y nosotros, los ángeles que hemos perdido todo, andando entre los ríos de tintura, entre los estallidos de pigmento y las marejadas de perfume, sentimos nuestras alas creciendo de nuevo. Y al salir, al regresar a la tierra, comprendo un poco de la inmensa tristeza que debieron de sentir Adán y Eva al ser expulsados del edén.
Muy interesante tu texto, con unas descripciones que verdaderamente acerca al lector a la realidad que tu percibiste.
Me pareció un escrito increible, tan detallado que me hace querer cambiarle de nombre a las flores, de verdad me imagine en un jardín sin errores lleno de olores fantásticos y colores que jamás he visto ni mi mente se ha imaginado. Me transportó a otro mundo, un mundo que no creo podría aparecer ni en mis sueños, este tipo de lectura es la que hace que las personas sigan creyendo que el mundo puede ser inocente y que vale la pena seguir aquí.
Wooow, qué maravilla que me digas esto y qué bueno que halles tanto en ese jardín escrito. Sobre el otro texto en el que comentaste, creo que tienes razón y cuando lo escribí lo sentí… Mencioné Moon River porque de verdad estaba sonando al fondo de todo y luego no hallé cómo continuar esa referencia. No estuve a la altura de lo que era pero habrá oportunidades de redimirme. Gracias!
me encanta que te dejes llevar por lo que escribes creo que eso es lo bonito de la escritura y como lector se te agradece, pero siento que luego escribes por escribir, te recomiendo que lo dejes un rato y regreses cuando ese sentimiento haya vuelto y las palabras fluyan, y sobre tu texto AME el jardín y la forma en que lo describes
Fer, entiendo lo que dices y en efecto tienes razón, a veces escribo por escribir. Es parte de un ejercicio. Hay días en que no hay inspiración pero hay que sacar una historia, un pensamiento o lo que sea con tal de no dejarlo de lado. Es como en todo, al estudiar piano uno tiene que dedicarle un tiempo cada día aunque en ocasiones no se tengan ganas o quien corre debe entrenar diario para mantener la condición. Se necesita formar una disciplina. A veces (quizás más veces de las que quisiera) mis textos serán insulsos, pero es todo parte de la formación de esta disciplina de escritura. Gracias y espero más frecuentemente escribir desde ese sentimiento que mencionas.
Que gusto me da ver la inspiracion que te dan lugares que quiza algunos no notamos. Felicidades por tu forma de escribir tan profunda y a la vez, clara e inspiradora.
Que bárbaro ! De verdad estoy asombrada de la gran imaginación que tienes.. Me gusto mucho este texto . Felicidades!
Me gustaría que nos mandaras algunos tips para poder mejorar nuestros escritos.
Fátima, qué gusto que te gustara y muchas gracias… Sobre los tips, pues no me atrevería a decirte mucho pues yo estoy luchando a cada rato contra los bloqueos. Lo que puedo decirte es que hay que tratar de sensibilizarse, de tener muy avispados los sentidos porque muchas ideas vienen de fuera y una vez que tengas una idea escríbela. Un gran escritor me dijo hace unos días: «La mampostería puede ir después, primero preocúpate por sacar la idea». Espero que regreses de vez en cuando y gracias!
Muy buena descripción, muy detallada e involucras al lector desde el inicio haciendolo formar parte del escenario que narras, y si que tristeza deben sentir Adan y Eva al ser expulsados del edén
GENIO!!!