Yo sé bien

Yo sé, yo sé bien
que hacer barquitos de papel periódico
y llenarlos con unos cuantos sueños y una estrella,
y soltarlos en el río anónimo de una calle llovida,
y soplar un poco en sus velas mínimas;
no es garantía de nada, sólo promesa.
Sé bien que aunque el agua borre la tinta
no borrará la tragedia, el terremoto,
la muerte, la pérdida, el luto…
Sé bien que las lágrimas siguen su curso,
corren desde ayer hasta un mañana incierto,
caen como tormenta amenazando con naufragios.
Yo sé, yo sé bien
que es probable que ningún barquito llegue,
que no se encuentre ninguna orilla,
que desaparezcan todos entre sueños perdidos
o sucumban bajo una estrella desgajada,
o que se hundan sin más por el peso de la desgracia.

Sin embargo creo, creo bien
que aún quedan vientos favorables
que abran caminos hacia arenas dulces,
hacia el alma abierta de algún alguien
que, creyendo en sueños y en estrellas,
sonría, sencillamente sonría
y yo sé, yo sé bien entonces
que todo vale la pena.