Antes de que se encienda el sol
se enciende un cigarrillo,
se aspira.
Se aspira para encontrar la mañana,
para creer en la mañana.
Se aspira.
La vida se quema en la otra orilla
la opuesta a la boca.
Se aleja el humo,
se tiran las cenizas
metáforas suben,
metáforas caen.
Se aspira.
La mirada se clava en otra parte,
afuera, en otro tiempo, en otros fuegos;
adentro, muy adentro.
Se aspira.
Las palabras se apilan silenciosas
desbordando tazas de café,
desbordando ojos.
Se aspira.
Las maletas esperan en la puerta,
llevan ahí años
vaciándose de fotos saladas.
Al fin están livianas.
Se aspira.
Se suspira.
Se ha acabado el cigarrillo,
se ha encendido el sol.
¡Bellísimo poema!